Como ya lo he mencionado en otras publicaciones las dos
formas más comunes de la diabetes se conocen como tipo 1 y tipo 2. En la diabetes de tipo 1, también conocida
como diabetes adolescente, el cuerpo
deja de producir insulina por completo. La diabetes tipo 2 se diagnostica
generalmente en adultos mayores y se produce cuando el cuerpo deja de producir
suficiente insulina o el individuo se vuelve resistente a la propia.
Con cualquier tipo de diabetes perdemos nuestra
capacidad de sintetizar o asimilar adecuadamente el azúcar. Los niveles de
azúcar en la sangre aumentan debido a la dificultad del cuerpo para transportar
el azúcar en las células y fuera de la corriente de la sanguínea. Hay varias
maneras para controlar los niveles de azúcar en la sangre, las más comunes son
el ejercicio, la dieta y los muy socorridos medicamentos.
El ejercicio es una parte muy importante de la gestión de la
diabetes de tipo 1 y tipo 2 en diabéticos. Para el diabético tipo 1, el
ejercicio regular ayuda a mantener la sensibilidad a la insulina, también ayuda a evitar la acumulación de exceso de
peso, y aumenta la utilización de la glucosa por los músculos, los niveles de
azúcar en la sangre bajan considerablemente con ello. Es importante considerar
que si bien actualmente no hay manera de prevenir la diabetes tipo 1, sí puede
ser posible prevenir la diabetes tipo 2 con ejercicio y una sana alimentación
que incluya un programa de control de peso adecuado.
El ejercicio no sólo ayuda directamente para controlar la
diabetes mediante la reducción de los niveles de azúcar en la sangre y mantener
la sensibilidad a la insulina, sino que también ayuda a reducir al mínimo
muchas de las complicaciones que pueden surgir en un individuo diabético. Los
estudios han demostrado que caminar durante 20 minutos al día puede disminuir
considerablemente la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2.
Los diabéticos tienden a desarrollar problemas
circulatorios y el ejercicio sin duda puede ayudar a disminuir la presión arterial
y en general a mejorar la circulación en
todo el cuerpo. Dado que las personas con diabetes tienden a tener mala
circulación en las extremidades inferiores como los pies, mejorar la
circulación es de gran beneficio.
Podría decirse que hay algunos riesgos poco probables asociados con
el ejercicio, pero los beneficios potenciales superan con creces los riesgos.
Dado que el ejercicio altera los niveles de azúcar en la sangre, es
recomendable que las personas con diabetes midan su nivel de azúcar en la
sangre antes y después del ejercicio. Debido a que su cuerpo utiliza más azúcar
durante el ejercicio y los hace más sensibles a la insulina, existe el riesgo
de que el nivel de azúcar en la sangre baje demasiado y cause hipoglucemia, es
algo poco frecuente pero que puede suceder.
En resumidas cuentas el ejercicio también ayuda a prevenir y
reducir al mínimo las complicaciones diabéticas comunes que incluyen problemas
del corazón, presión arterial alta y trastornos circulatorios. Todos los
diabéticos deben incluir un programa de ejercicio regular como parte de su plan
general de ordenación para tener una mejor calidad de vida.
Creo que esto es muy interesante, yo encontré un remedio para cualquier tipo de diabetes es sencillo y lo mejor de todo es que me esta dando resultados notorios.
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